lunes, 29 de enero de 2007

11 consejos para mejores relaciones sexuales




canales terra



Se habla mucho acerca de técnicas para disfrutar más las relaciones sexuales. Cada pareja sabe qué cosas le dan resultado, y con el tiempo van conociéndose y aprendiendo las cosas que le gustan al otro. A continuación encontrarás 11 consejos que, definitivamente, van a serles muy útiles:

1. Mejor Preámbulo



¿Sientes que tu pareja acelera o se saltea la parte más excitante de hacer el amor? Tal vez necesita ayuda para relajarse. Pídele que se eche y se quede quieto mientras tú lo acaricias y besas durante media hora, aproximadamente. Que él no te haga nada a ti mientras tanto. Quienes no pasan esta prueba normalmente se aceleran o se saltean el preámbulo de la relación sexual, y esto hace que su vida sexual sea menos satisfactoria. Afortunadamente para tu pareja, este test es la terapia que necesita. Hazlo hasta que pase la prueba.

2. Mejor Sexo Oral

Prueben hacerlo en las escaleras. Esto funcionará para ambos. Simplemente échate en las escaleras (sobre almohadas para mayor comodidad), con la cabeza de tu pareja entre tus piernas en un escalón inferior. Esto le facilita el movimiento del cuello y la cabeza. Y les da a los dos una mejor vista.

3. Mejor Intimidad

Para que una mujer logre orgasmos impresionantes, no sólo necesita la ayuda de su pareja sino que los dos necesitan confianza y cariño. Para reforzar ese sentimiento, guarden un tiempo para demostrarse el cariño y afecto que tienen por su pareja: Siéntate de espaldas a la pared, y que tu pareja se eche, apoyando su cabeza sobre tus piernas y abrázala cariñosamente. Sientan el cariño del otro. Sientan latir sus corazones. Luego intercambien lugares y repitan este momento. Pueden hacer esto vestidos o desnudos, antes de hacer el amor o en cualquier momento.

4. Mejores Besos

Los labios son muy sensibles, es más, son la única parte del cuerpo que tiene más nervios y más sensibilidad que el clítoris. Prueben variar sus besos, entre estos cinco tipos:

Deja que sus labios se resbalen entre los tuyos como si estuvieras comiendo pudín que se está chorreando de una cuchara.

Mordisquea sus labios con los dientes, presiona con los labios.

Succionar su lengua estimulará a las glándulas de saliva que hay debajo, y que producen una saliva que es muy dulce.

Respirar sobre labios húmedos, inhalando o exhalando, es extremadamente sensual y excitante.

5. Mejor Sexo Matutino

La Estrella de Mar es una excelente posición para el sexo matutino, para evitar la visión y olor quizás no muy agradable de una pareja recién despertada. Funciona así: la mujer se echa boca arriba, y el hombre se eche a su derecha, apoyado en su costado izquierdo. Ella levanta su pierna derecha y él coloca su pierna derecha debajo, sobre la pierna izquierda de ella. El muslo derecho de él debe quedar entre las piernas de ella. De la cintura para arriba, pueden acomodarse como quieran, no tienen que estar pegados, o si prefieren besarse pueden estar muy cerca. Esta es una excelente posición cuando están cansados, porque la Estrella de Mar es fácil de lograr y ninguno tiene que sostener el peso del otro. Además se le pueden hacer muchas pequeñas variaciones.

6. Mejor Juguete Sexual

Las almohadas comunes y corrientes son los más ignorados juguetes sexuales. Denle un poco de sabor a su vida sexual esta misma noche, con una o dos almohadas estratégicamente colocadas:

• Apiladas detrás de su espalda: A los hombres les fascina ver cómo les hacen sexo oral, por eso si él está más levantado y cómodamente apoyado, podrá ver todo lo que su pareja le hace.


• Colocadas debajo de su pecho: Esto le da a él una mejor posición y más comodidad a su cuello mientras te hace sexo oral a ella.

• Apiladas en una esquina: Creen un nuevo espacio que esté listo para hacer el amor (y deshacerse de las evidencias con rapidez).

7. Mejor "Punto"

Todos saben acerca del clítoris; incluso sobre el Punto G. Pero un punto de placer que puede que ninguno de los dos conozcan es el cuello uterino o cervix, que es la entrada al útero y además es un órgano rico en terminaciones nerviosas altamente sensibles. Pocas mujeres saben que la fricción del cervix con la punta del pene puede producir un orgasmo. Prueba echarte boca arriba con las piernas levantadas -esto acorta el tracto vaginal y hace más accesible el cervix.


8. Mejor Orgasmo

Para disfrutar del sexo más intenso y satisfactorio, enfoquen su atención en su propio placer. Esto va sobre todo para las mujeres, ya que aquellas que experimentan el mayor placer sexual y los orgasmos más frecuentes son las que tienen menos distracciones durante el sexo. Esto significa que se concentraron en su excitación y placer mientras hacían el amor.

¿La principal distracción de las mujeres que no llegaron al orgasmo? Preocupación por su apariencia. Si una mujer está preocupada e insatisfecha con su apariencia física, es más difícil que se deje llevar. Pistas para comprobar si sus preocupaciones por su físico están interfiriendo en una buena relación sexual:

Normalmente quiere que las luces estén apagadas.

Rara vez deja que su pareja la vea desnuda.

Se preocupas por cómo la ve su pareja durante el coito.

Para acabar con esas ansiedades que interfieren con el placer sexual, la mujer debe concentrarse en "el momento", en sentir cada caricia, cada contacto, beso y sonido. Pruébenlo esta noche.



9. Mejor Estimulación Olfativa

La forma más segura de excitarse está en sus narices: La sexualidad está estrechamente vinculada con tu olfato. Para lograr lo máximo de tu sentido más sexy, prueben una de estas sugerencias.

Para que los dos se exciten: Evoquen el mejor olor del otro y recuerden la primera vez que lo sintieron. Déjense llevar por lo que sintieron esa vez.

Para mantenerse cerca: Cuando él esté de viaje usa una camisa suya para dormir. Cuando ella viaje, empaca una prenda suya para acortar la distancia entre los dos.

Para intensificar los momentos después del sexo: sientan el olor de las sábanas después de hacer el amor, y coméntenlo.

Para amistarse después de una pelea: acuérdense del olor erótico del otro.



10. Mejor Sincronización

Durante los cinco días posteriores al final del periodo, por lo general los orgasmos de una mujer pueden ser más frecuentes y placenteros que en cualquier otro momento del mes. Muchas mujeres sostienen que cuando mejor se sienten es en esta época -después de dejar de sangrar, pero antes de que aparezcan los síntomas premenstruales- es entonces cuando son más sensibles. Traten de programar tiempo exclusivamente para hacer el amor entre el quinto y décimo día de su ciclo. Puede que lo disfruten tanto que acaben haciéndolo más seguido.


11. Mejor Comunicación

Compartan sus fantasias, sus deseos, lo que les gusta y lo que no. Recuerden, la mejor manera de obtener algo, es pidiéndolo. Por lo general, las parejas que declaran tener las mejores relaciones sexuales, son las que tienen muy buena comunicación, dentro y fuera del dormitorio.

Conócelos - La caja de pandora


Biografía


La Caja de Pandora inicia una nueva etapa con el lanzamiento de su nuevo disco “Acuérdate bien de mi cara” (Vale Music, 2006). Este tercer álbum de la banda supone un auténtico nuevo punto de partida, al que el grupo le ha dedicado los últimos tres años. Un disco nacido por encima de todo desde la fe en sí mismos como formación consolidada.

“Acuérdate bien de mi cara” es a todas luces un antes y un después en la trayectoria artística de La Caja de Pandora. La banda regresa con un álbum que tiene mucho color musicalmente hablando, en el que se refleja el sonido del grupo en directo. Las catorce canciones del repertorio del álbum son más viscerales, más rockeras y, en definitiva, tienen una mayor madurez artística. Son historias que recogen en sus letras vivencias y experiencias, que buscan llegar hasta los sentimientos más profundos de las personas.

La Caja de Pandora trabaja desde siempre en equipo, siendo todos ellos autores de las letras y la música de todas sus canciones, así como de los arreglos y la pre-producción. “Acuérdate bien de mi cara” se ha grabado bajo la producción de Paco Zárate en el estudio Grabaciones Silvestres, con Juanjo Alba como ingeniero de sonido y mezclas de Marc Parrot.

Los seis integrantes de la formación son Salva Contreras (guitarra eléctrica solista y guitarra española), Toni Ramos (guitarra acústica, guitarra eléctrica y coros), Salva González (batería, percusiones, cajón flamenco y coros), Paco Zárate (bajo, guitarra eléctrica, guitarra española y coros), Alexis Valverde (teclado y armónica) y Juan Valverde (voz solista).

La discografía del grupo se completa con su álbum debut “A nuestra vida otro sentío” (2001), con el que superaron las cien mil copias, ofreciendo una gira que superó los 120 conciertos, y “Vencidos por el tiempo” (2003), por el que recibieron un Disco de Oro.

El primer single “Acuérdate bien de mi cara” da título al álbum y en él La Caja de Pandora desata en tono de protesta el sentimiento de impotencia que vivimos en ocasiones cuando alguien trata de hacernos la vida imposible. Con este primer mensaje que abre el álbum, queda patente que La Caja de Pandora empieza esta nueva etapa evitando comparaciones y con un sonido mucho más personal. Haciendo borrón y cuenta nueva, pero sin perder ni un ápice de su esencia.


Conoce su discografía, conciertos y mucho más en su web www.lacajadepandoraweb.com


domingo, 28 de enero de 2007

Entrevista a Joaquín Sabina aparecida en Clarín


Joaquín Sabina se sorprendió por el fervor que desata en Argentina, además de confesar que cantar en estadios le da un poco de miedo.

A pocos metros de donde se vendieron los móviles que hicieron detonar la estación Atocha, Joaquín Sabina come una paella con Jimena. Está en la vereda, en su barrio de siempre: Tirso de Molina, casi al límite de Lavapiés. Entre el desfile de inmigrantes africanos, cada tanto se cuela un español. Las calles multicolores de Tirso de Molina tienen esos encantadores rasgos babélicos. Nadie reconoce a Sabina; y si lo reconocen, la cosa no pasa de un saludo gentil pero distante, cero invasivo. Estamos en Madrid, son casi las cuatro de la tarde y Jimena —su mujer, una peruana joven y simpatiquísima que le lleva la agenda, la carrera y, parece, la vida— propone: “En una hora en casa, ¿si?”.

La casa queda en la calle Relatores, a cuatro cuadras del boliche de la paella. Uno podría suponer —por las letras de las canciones, por declaraciones periodística o por puro prejuicio— que la casa de Sabina sería despojada, que correspondería a la idea de que cuanto menos se tiene más libre se es. Error: el piso de ese edificio construido en 1920 es lo más parecido al piso de un profesor de literatura. Miles y miles de libros (”la última vez que los conté había doce mil”, dirá), decenas de objetos antiguos (lámparas, muñecas, sillones, maniquíes) y fotografías con famosos por todos lados como si fuera —tal vez lo sea— un entusiasta cholulo. Sabina joven, con sombrero bombín, Sabina viejo, en escenarios, en fiestas, con Silvio Rodríguez, con Zapatero, con García Márquez, con Aristarain, con Fito Páez, con Charly García, con Ana Belén, con Pablo Milanés, con Serrat, con los príncipes Felipe y Leticia…

En otra sala hay un billar, en otra “un ordenador” y, más allá, un cuartucho acústicamente aislado que sirve de pequeña sala de ensayo. El piso es grande pero está colapsado. “Al final pudimos comprar el apartamento de arriba. Está en obra, ¿quieres verlo?”, invita Jimena. En la puerta de madera que da al palier perduran marcas de golpes con el taco de un zapato de una fan argentina demencial, que una noche quiso entrar a la fuerza.

Al rato, la entrevista. Como atrincherado, Joaquín Sabina se ubica en un sillón, se sirve un violento vaso de whisky, enciende el primero de los varios cigarrillos negros que fumará, sonríe y dice: “Tú dirás”.


Siempre pensé que eras un tipo de andar con lo menos posible. Con una valijita. Una especie de beatnik.

Lo fui durante mucho tiempo. Pero desde que vivo aquí, hace ya 16 años, empecé a juntar cosas. Estar rodeado de libros me ha gustado siempre. Pero antes mi vida era bien desorganizada: cambiaba de casas y los dejaba olvidados. En una época leía un libro, lo terminaba y lo tiraba por la ventana. Na da que ver con este acumulador. De hecho, me compré el piso de arriba por los libros.

En los últimos años se te ve más conectado con la literatura.

Sí, bueno, escribí una colección de sonetos y me hice de muchos amigos escritores. Y los escritores son muy bibliotecarios, hablan todo el tiempo de primeras ediciones y esas cosas. Y yo para joderlos he comprado primeras ediciones.

¿Qué rincón de la biblioteca frecuentás más?

Ahí, donde está mi César Vallejo del alma. Lo releo todo el tiempo. La semana pasada conseguí en un anticuario de Lima una edición de Los heraldos negros, de la que se hicieron nada más que 500 ejemplares, todos firmados por él.

Fetichista total, se le ilumina la mirada cuando habla de ciertos libros. Muestra otro rincón, el argentino. Hay una mezcla feroz: libros de Neustadt y de Lanata, mucho Borges, Gelman, Valdano. Y su mayor orgullo: “Raúl González Tuñón. Todos esos libros de Tuñón los compré en la calle Florida. Casi tengo que pedir una carretilla. Hasta me dio un poco de vergüenza porque, además, estaban baratísimos”.

De la cocina llega un maullido agudo: la gata de la casa, Judas, tuvo cría hace una semana; Elvis, el macho, angora, se desliza con sigilo entre estantes. Hay algo borgeano en la imagen de ese gato en esa biblioteca. “Ibamos a regalar los cachorros, pero ahora estamos dudando. Nos encariñamos”, dice Sabina.

Tienes 57. Después del problema que tuviste, ¿empezaste a ver las cosas de otro modo?

Sí, claro. Dejé la coca y regresé a la actividad con cierta cautela. Estuve cuatro años sin tocar. Ahora estoy muchísimo mejor. Pero igual pienso en la muerte. Desde niño, la muerte me da pavor. Por otra parte, en nuestros países los muertos y los moribundos cantan mejor que los vivos. Es el único modo que tengo de explicar el lío que se armó en la Argentina.

¿Cómo es eso?

Bueno, los moribundos cantan mejor. Igual mi relación con la Argentina es muy fuerte. Yo no quería tocar en estadio. Los dos shows en la Bomboneras me parecen un disparate. No quería tocar en un sitio grande dos días seguidos. Me da miedo, mucho miedo. Pero bueno, ya estoy metido en el lío. Ocurre que cuando vi que se vendió tan pronto la primera Bombonera, pensé que había más gente que me quería ver y que esa gente merecía mi esfuerzo.

¿Tanto más dificil es actuar en un estadio?

Sí, la presión es más grande, uno tiene un poco que sobreactuar. Tenés que dejar la piel. Y dos días seguidos se hace duro.

¿Es tan como decís tu relación con Buenos Aires? Siempre eres sospechoso de demagógico.

Es así. Cuando la conocí fue como haber conocido la ciudad de mis sueños: llena de cafés, de librerías abiertas toda la noche, de minifaldas. Conté muchas veces que saliendo de algo muy parecido a un burdel a las seis de la mañana, me tomé un taxi y el taxista era un estudioso de la teología de la liberación… Eso es Buenos Aires para mí.

¿Te interesan las críticas?

Mucho

¿Lees las buenas y las malas?

Las buenas las leo por arriba; las malas, con mucha atención. Trato de ver si tienen razón y si tienen razón… me cago en su puta madre.

“Alivio de Luto” fue el disco de tu recuperación… ¿De qué van las nuevas canciones?

Son más de carretera. Cuentan más historias, son menos introvertidas. Están escritas en mitad de una gira de 100 conciertos. No tienen el reposo de las de Alivio de luto. Son más frescas, más vivas.

¿Creés que te estás debiendo “el” disco?

Sí, sí. Será el próximo… o va a tardar mucho. Me falta el disco brillante. Como fue el Mediterráneo de Serrat, que todas las canciones eran buenísimas. También fantaseo con hacer una comedia musi cal. Reúne tres cosas que me gustan: el espectáculo en sí, contar una buena historia y la música.

Hay una película, “Afterlife”, en la que la gente tenía que elegir un único recuerdo para llevarse a la eternidad después de muerta. ¿Cuál elegirías?

Lo tengo clarísimo. La primera vez que salí de mi pueblo, llegué a Granada y me dieron una llave. Me la dio la dueña de la pensión. Una llave. Es decir: podía volver a la hora que quisiera. No estaba mi padre para vigilarme. Tenía 17 años. Era pleno franquismo y mi padre era comisario de policía.

Una pregunta doble: ¿por cuál canción pensás que te van a recordar y por cuál te gustaría que te recuerden?

Yo siempre he fantaseado con que me tocaran las orquestas, las orquestas de baile, de pueblo. Y eso me ha pasado sólo con una: Y nos dieron las diez. Y lo otro… Me gustaría que me recuerden por Corre dijo la tortuga.

¿Por qué?

Fue la canción preferida de mis hijas, Carmela y Rocío, cuando eran pequeñas.

Suena el timbre, aparece Jimena, Elvis se despereza y Joaquín Sabina -voz pastosa, risa guarra, vaso en mano- va hacia la puerta. Es el cartero, que quiere un autográfo para quién sabe quién. Sabina firma resignado y aprovecha para dar por terminada la entrevista. Pero sigue charlando: Bob Dylan, Leonard Cohen, La noche del 10, el vino, Discépolo y otros temas discurren mientras la tarde cae por el ventanal y la plazoleta de Tirso de Molina se va llenando de bebedores de cerveza.